La Dama, tu pieza más importanteLa Dama, tu pieza más importante

De chico y hasta no tan chico me apasioné realmente por el ajedrez. Un juego que se me dio naturalmente muy bien y me enamoró en mis tiernos 9 años. Jugué hasta las 18 con pasión; todas las veces. Quince años después el ajedrez sigue siendo un juego que me atrae y cada tanto en algún bar perdido del centro de Rosario nos juntamos con algún amigo a jugarlo. Quince años y sigo aprendiendo de este juego increíble.

En mi vida como en todas las vidas las decisiones no vienen siempre vestidas de blanco y rotuladas con un «Seguime a mi», la mayoría de las veces son grises, todas, y se confunden con el cielo nuboso y la lluvia copiosa. No se dejan ver a simple vista, se esconden y casi siempre la correcta es la más esquiva. Nos cuesta ver más allá de nuestras narices, más allá de lo que puede llegar a suceder. En el ajedrez la cosa va un tanto parecida. Uno juega calculando. Calcula todo!. Calcula el mejor movimiento achicando las opciones que tendrá el oponente, especula con la distancia, «Impresiona», «Enroca» para proteger, a veces con el efecto contrario y, como todo buen jugador sabrá, intenta manejar el centro del tablero. Mientras estratégica-mente mejor parados estemos, en mejor posición y con más recursos a nuestro favor más posibilidades hay de ganar. El problema, me doy cuenta ahora, surge cuando nos volvemos celosos de los recursos, celosos de la posición que adoptamos y dejamos de ver el resto del tablero.

El Juego complicado
Piezas enfrentadas!

Quizás en tu trabajo te ascendieron a jefe de turno, máximo puesto en tu profesión. Tenés gente a cargo en tu área y cobras un buen sueldo y está bien… pero se achican tus posibilidades de crecimiento. Quizás es solo estabilidad, estas con un alquiler barato, un trabajo que te gusta y a pesar de que te dan solo 5 días de vacaciones al año la comodidad le dice a tu «cordura» que te quedes ahí, que no te muevas.

Uno calcula, piensa, expone ideas que luego borra y en todas busca estar firme. Lograr una posición «privilegiada» y clavarse ahí. A veces te quedas en ese laburo porque tenés familia y pensás por ellos y no por vos: El altruista!. Puede ser que quieras viajar por el continente pero temés no volver a encontrar un trabajo así. La Osadía, el Valor!. Son palabras duras y difíciles. Miles de frases hechas en la red sobre avanzar, sobre saltar al vacío te dicen que lo hagas pero a veces no es tan claro el panorama. A veces dudas de todo eso y no está mal. No pienso entrar en el juego de arriesgar o no arriesgar… creo que los cálculos a futuro no están mal. Creo que son muy necesarios y en todo el trayecto te van a ayudar mucho pero no siempre.

A veces uno debe elegir, sabrá cada uno el momento. Debe decidir que camino tomar. No es fácil, arriesgar, perder nunca lo es. Serás valiente?, sabrás ver el momento?.  A veces es necesario sacrificar tu reina para lograr el objetivo buscado. Será tu caso?.

 

Por Jeremías Palazzesi

Solucionador de Problemas Senior!. No podés con algo?, probá conmigo!

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