Como argentinos sabemos claramente que con alambre, clavos y cinta se pueden solucionar todos los problemas del mundo!. Pero obviamente no somos los únicos que creemos en esto.
Me asombré mucho de un invento ruso que proviene de esta premisa. Los viejitos de los 90′ como yo recordaran tener multitud de cassettes VHS para grabar todo lo que nos interesaba y pasaba por la televisión en ese momento. He grabado muchos películas en VHS, limpiado cabezales, renegado con el tracking…
Pues… la cuestión es que a algún ruso se le ocurrió que no sería mala idea utitlizar un cassette de este tipo para almacenar sus backups. Una genialidad absoluta!. Cintas baratas, equipos baratos, practicidad para hacer copias. Todo un lujo!. Así que esta persona X de la empresa Po Ksi… se puso a desarrollar una equipo para lograr este cometido.
El resultante fue el ARVID (Archivador en Vídeo), una placa ISA que tenía la propiedad de, a través de un cable RCA común y silvestre, conectarse a la videograbadora y almacenar un poco más de 6Gbs pasando unos 520Kbs por segundo (un montóooooooooooooon). Ahora… parecerá mucho tiempo pero en los 90′, 6GBs de información era todo lo que podías almacenar en 3 vidas. Era muchíiiisimo espacio!.
El tema que nos pasa por la cabeza a todos es: Cómo controlaban si la información sufría daños (recordando la corrección de la cinta con el tracking y las enormes cantidades de interferencias). Bueno, usaban código Hamming. El código Hamming es bastante básico, corrige de a un bit tomando como referencia el bit anterior, insertado a propósito como bit de paridad (bit de referencia). Si el bit (error) cambió lo corrige a su valor normal, así de sencillo. Lo malo de esto es que si se dañaban más un bit consecutivamente el programa pierde la referencia y ya no puede recuperar la información.
Varias versiones del ARVID fueron sucediendo hasta caer en la misma desgracia que el VHS.
Hoy en día un DVD almacena mucho más de 6GBs… un Pendrive almacena mucho más de 10 veces esa capacidad y los soportes son cada vez más baratos.
Lo increíble no es el invento en si sino lo ingenioso del mismo. El ARVID no era lo mejorcito. El software era bastante poco «operativo» y no utilizaba toda la capacidad de los dispositivos; pero resultó un gran invento y muy popular en la Rusia la última década del siglo pasado.
Ahora miro con otros ojos a mis cassettes VHS tirados en la biblioteca de casa. 🙂
La moraleja sería: «Siempre backups, cueste lo que cueste».
Links : Po Ksi